Ama, hazlo funcionar. Si no marcha: cambia. No esperes, no corras. Sólo vive. Olvida, sonríe, cierra etapas. Abre puertas. Provoca llantos, aunque sólo de alegría. Mata, pero solo a cosquillas. Llora, es humano, todos lo hacemos aunque no nos guste reconocerlo. Quiérete, nadie va a tirar de ti. Quiérete.

Desordena toda tu vida si no la quieres. Ordénala hasta el punto de colocar cada cosa en un lugar distinto al que estaba. Date cuenta de que la primera era la buena. Sé tú misma. Escucha, viene bien. Desespera, sólo quien te aguante va a sincerársete. No mientas, no mientras sepas la verdad. Afronta los problemas, para eso están. No dramatices, siempre va a haber alguien que sepa actuar mejor que tú. Canta y salta, y destroza los papeles en los que no te guste tu letra, en los que escribas lo primero que se te pase por la cabeza. Los demás guárdalos, a veces guarda incluso los rotos. Nunca sabes cuándo puede hacerte falta un trozo de pasado, pero pasa página. Da, y no te pases recibiendo. No controles lo que todo el mundo te diga que controles, aprende a controlarte tú. Es un primer paso muy importante.



Camina, aunque no tengas rumbo fijo. No te quedes quieta, siempre en pie. Si descansas sueña bonito, que las pesadillas provocan malas situaciones por las mañanas. Despiértate con buena cara, incluso con ojeras mírate y siéntete guapa. Cuídate y vive. 

Sigue sólo por seguir adelante. Si tropiezas quita la piedra, que luego no te acordarás de dónde estaba ni de cuánto daño hacía, ahórrate malos tragos.

Bebe, y baila, pero baila bien. Aprende y enseña. Desea, araña el momento. Escupe al suelo y grita. Tienta. Sorprende. Adivina, encripta. Sospecha y confía. Pero no me hagas mucho caso..