9/27/2012

Me envalentono y te digo que tienes los ojos como la fruta del olivo.

Nubes de humo se elevan desde el suelo, las trinco, fumo y me monto un riachuelo que desemboca en un mar donde las olas juegan desnudas para sonrojar al viento. En tus caderas se echa el atardecer, y las estrellas andan cogiendo sitio, el día se oculta y me roba los colores, y entre las flores tu boca está de vicio. La brisa acaricia tu pelo y me dejo seducir por tu olor, te desnudas y me meto yo dentro, y en un momento abres tu flor. Me engancha su aroma y la luna se asoma toda colocada, atrevida nos roza y fogosa se posa sobre el encinar. En tus ojos ardientes me meto valiente para ir más allá y después de volar me retiro a descansar. De hierba fresca me corro un canutito y me entretengo mordiéndote los labios, llega la risa y nos brillan los ojitos, y por tu cuerpo se extravían mis manos. Tengo hambre y te lo como todo, y por tu boca mi lengua se abre paso, poquito a poco nos volvemos locos, junto a la luna sobados nos quedamos.
Que noche más corta que nunca termina, que ganas de verte y comerte la vida, no importan las horas de noche y de día.

Afuera la ropa, ya salen las cuentas.


By your smile.

Hace tiempo prometí escribirte una canción. Como siempre, mal y tarde, la tienes aquí.
Sabes bien como soy, que no suelo mentir, siempre que lo hice fue por verte sonreír.
Fui yo quién dijo 'no' y ahora en la misma mesa se me enfría el café mientras dices que te va bien. Tranquila. Ya no volveré a llamar, no me volverás a ver. Esta vez marcho para no volver.
Y ahora, cansado de mirar tu foto en la pared, cansado de creer que todavía estás. He vuelto a recordar las tardes del café, las noches locas que siempre acaban bien, y me he puesto a gritar estrellando el whisky en la pared. Por verte sonreír, he vuelto yo a perder.